Trabajo


Otro elemento esencial de la vida monástica es el trabajo. Para el monje el trabajo es algo sagrado, pues se encuadra en la búsqueda de Dios, uniéndonos con Él en su labor creadora.

La belleza de la naturaleza contribuye a la contemplación del Creador, que nos ha regalado la Creación como el bien más preciado, en el que todos tenemos el derecho y la obligación de contribuir al cuidado de la casa común.









Como nos señala la Regla de San Benito, los monjes hemos de servirnos mutuamente con amor, porque vemos a Cristo en cada hermano. Como Él, hemos venido a aprender a dar la vida por los demás. Aplicando el Concilio Vaticano II, donde se nos indica que "cada uno en su vocación se sienta sometido a la ley universal del trabajo", nuestra comunidad tiene en el trabajo manual su medio de subsistencia y de compartir con los más necesitados.


 
 

En el taller de encuadernación se trabajan mecánica y manualmente distintos tipos de libros. En el proceso de tratamiento de las hojas, los cuadernillos son cosidos a mano o a máquina. Posteriormente se cortan a medida.Se hacen las tapas y portadas en piel u otros materiales. imprimiéndose en ellas, si se desea, distintos dibujos y títulos en diversos tipos de letra y color. Otros trabajos son la realización de bordados a máquina.